martes, 10 de diciembre de 2013

Deporte y derechos.


  • Introducción.
Los vínculos simbólicos del Movimiento Olímpico con los juegos de la antigua Grecia evocan los valores de la libertad de la democracia ateniense clásica.
Mediante el deporte, el entrenamiento y competición se puede alcanzar las más elevadas cotas de autorrealización. La Carta Olímpica declara que el objetivo del Olimpismo es poner al deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre. Su fin es favorecer que se establezca una sociedad pacífica y comprometida con mantener la dignidad humana.
El Movimiento Olímpico lleva a cabo acciones a favor de la paz, y se hace eco de las aspiraciones a gran escala de los derechos humanos y la justicia. 
La filosofía universalista del Olimpismo que Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos adoptó para sus Juegos tiene muchos puntos en común con otras iniciativas idealistas de los siglos XIX y XX, como el Movimiento Mundial a favor de la Justicia, el movimiento de los Exploradores, la Cruz Roja Internacional y la iniciativa para crear un idioma universal, el Esperanto. Se produjo el inicio de la globalización y de la expresión de la idea de una humanidad compartida. Se sabe que el Movimiento Olímpico no siempre ha hecho honor a su filosofía liberal y humanitaria. 
Al principio se discriminaban a los atletas en función de su clase o sexo.
El Movimiento Olímpico ha sido a menudo un terreno importante para la defensa, la lucha y la obtención de los derechos de los atletas y los derechos humanos en general. 
A continuación se explicará los derechos que tanto los atletas como otros ciudadanos han obtenido en relación con el deporte y el Movimiento Olímpico, así como los derechos humanos relacionados con el deporte que se han conseguido a través de las Naciones Unidas. Por otra parte, se revelan las áreas en las que tanto los atletas como otros ciudadanos siguen luchando para que se les reconozcan y respeten sus derechos. 
Deporte y derechos.
  • Derechos para los deportistas.
El Movimiento Olímpico es la guía de los derechos de los atletas, un lugar al que recurrir cuando se cometen injusticias.
Consecuentemente, el Movimiento Olímpico ha ofrecido un marco importante para la defensa, la lucha y la obtención de los derechos. Los siguientes derechos se han conseguido en organizaciones de deportes nacionales e internacionales:
El derecho a participar en el deporte, en el gobierno, a tomar decisiones justas e imparciales y a participar en un deporte sin drogas.
Pero no todos los derechos reclamados por los atletas y sus defensores han sido reconocidos o respetados.
  • Derechos de los medios.
La retransmisión en los medios de comunicación de los deportes de alto nivel es un negocio que mueve miles de millones de dólares, y dependen de la exclusividad de la información.
  • Derechos médicos.
En caso de que se realicen pruebas o un examen médico por parte de un profesional de la salud, el atleta tendrá derecho a un informe completo con los resultados; confidencialidad, tanto verbal como escrita; y podrá decidir sobre la publicación de los resultados médicos únicamente con el consentimiento por escrito del atleta. La confidencialidad y el consentimiento son cuestiones fundamentales cuando los atletas están siendo tratados por doctores que trabajan para su organización o liga de deportes.
  • Derechos de formación.
El deporte se considera desde hace tiempo como un componente importante para una educación equilibrada. Sin embargo, la competencia cada vez mayor, unida a la presión por sobresalir y a la profesionalización del deporte ha llevado a los atletas a dedicar la mayor parte de su tiempo y energía a sus esfuerzos deportivos. 
La formación se detiene por completo hasta el final de la carrera del deportista. Los atletas reconocen que si se centran únicamente en el deporte, cuando acaba su trayectoria como deportistas no están bien preparados, motivo por el cual, el derecho a una buena formación es fundamental. 
Los atletas deberían tener el derecho a participar en cursos o programas de estudio de su propia elección y deberían poder programar sus entrenamientos, juegos o competiciones de manera que no coincidieran con sus clases y exámenes. Las instituciones educativas también deberían mostrar flexibilidad con los atletas para que puedan compatibilizar su carrera deportiva con sus estudios.
Declaración Universal de los Derechos Humanos.
  • Cartas específicas del deporte.
La Carta internacional sobre la educación física y el deporte, adoptada por la Conferencia General de la UNESCO en 1978 es un ejemplo de las declaraciones de la actividad física como un derecho humano.
Los elementos clave de la Carta manifiestan que la educación física y el deporte son un derecho fundamental para todas las personas, Son esenciales para la educación a lo largo de la vida, Deberá adaptarse a las necesidades individuales y sociales, Deberá ser realizada por personal cualificado, Se precisará del equipamiento y las necesidades apropiadas, Se promoverán los valores morales y éticos, Se promoverán los medios de comunicación positivos. 
Los Principios Fundamentales del Movimiento Olímpico también promueven el deporte como un derecho humano por su contribución a la educación y a los valores morales y como un mecanismo potencial para contribuir a la paz y a la dignidad humana.
  • Los niños y el deporte.
En la Convención Internacional de los Derechos del Niño se incluyen numerosos derechos de los niños, como por ejemplo: derechos a la educación, el ocio, el recreo y las actividades culturales, la prohibición de diversas formas de explotación, derecho a tener su propia opinión.
Estos derechos tienen una importancia especial en la participación en el deporte de los niños, tanto con fines recreativos como en el alto rendimiento. Las preocupaciones surgidas en torno a la competición, la explotación, la exclusión y la seguridad en el deporte infantil han llevado a la creación de cartas específicas del deporte, incluyendo la Declaración de Derechos de los jóvenes atletas y los derechos de los atletas infantiles de alto rendimiento expuestos en Defensa internacional para niños.
De nuevo, las cartas específicas del deporte sólo tienen valor moral, si bien la Convención de los Derechos del Niño tiene valor legal en las naciones firmantes. Cuando se pongan en peligro los derechos de los niños, se pueden utilizar los artículos de la Convención para mejorar las condiciones del deporte, el ocio y el recreo para todos los niños.
  • Igualdad de condiciones para todos ante el deporte.
Es importante y urgente que las personas con discapacidad no sean percibidas más como objetos de tratamiento médico y rehabilitación, sino que hay que reconocerlas como sujetos de derechos humanos.
Tradicionalmente el deporte adaptado a las personas con discapacidad se practicaba con fines médicos y terapéuticos. Los clasificadores del deporte fueron diseñados bajo este modelo sin pensar en una actividad recreativa para la salud física y mental, o en un ejercicio competitivo.
Desde el enfoque de los derechos humanos, las personas con discapacidad deben practicar el deporte en todas sus variantes y con los fines y propósitos que ellos deseen, ya sea el deporte como práctica física, como una actividad recreativa, e incluso de modo competitivo, en igualdad de condiciones que el resto de las personas.

Deporte y sociedad.


  • El valor del deporte en la sociedad.
El deporte tiene un enorme valor social y tiene el poder de arrastrar y unir grandes masas. Pero ha ido perdiendo valor hasta tal punto que su credibilidad como actividad formadora se ha puesto en cuestión porque se no se valora el camino y se persigue solo el resultado, cayendo en el famoso dicho 'El fin justifica los medios'. El doping es el resultado de esta manera de enfocar el deporte. Muchos deportistas han sido iconos, mitos y héroes durante muchos años, y ahora van cayendo uno tras otro y, con ellos, los sueños de muchas personas que han creído en ellos y los han tenido como ejemplos a seguir durante mucho tiempo, y ahora ellos se han dejado seducir por la gloria, la fama, el dinero, el éxito…
En esta sociedad capitalista en la que vivimos se dice que todo tiene un precio en esta vida, pero nuestros principios y valores no deben tener precio y ni siquiera tendrían que estar en venta.
El deporte y los deportistas ejercen una enorme influencia en la sociedad y por ello se debería tener mucho más cuidado en su utilización. En los últimos años, el espíritu competitivo ha destruido los sentimientos de cooperación y solidaridad porque se ha concebido el éxito como el estallido de la ambición personal y la supresión del miedo a no triunfar, y no como el resultado del amor al trabajo bien realizado.
El deporte debe ser utilizado en todos los ámbitos sociales como instrumento de cambio y transformación, pero para ello se debe transmitir y utilizar de la manera adecuada para que tenga el impacto correcto.
  • El deporte como herramienta de transformación social.
El deporte debe verse como una actividad corporal que altera toda la persona, estimula las distintas capacidades y dimensiones, y fortalece y dinamiza sus múltiples inteligencias, como la corporal, la emocional y la social en especial, que ayuda a cultivar las relaciones humanas.
Debe ser practicado de un modo continuado que enseñe a dominar y a canalizar emociones negativas, y a expresar y comunicar adecuadamente emociones positivas. Debe considerarse como actitud ante la vida. Su práctica requiere disciplina y autocontrol, y educa en el conocimiento y dominio de sí mismo.
El deporte es una escuela de valores nobles como la lealtad, el sufrimiento... siendo las virtudes de un buen deportista la lealtad, la obediencia, el espíritu de renuncia, la fidelidad a los compromisos, la modestia, la generosidad, la honestidad...
El deporte desarrolla el carácter, hace valiente a la persona, ayuda al desarrollo intelectual, y fortalece la resistencia y la voluntad.
También fortalece la resiliencia, que es la capacidad de levantarse, adaptarse y ser flexible ante las situaciones nuevas y/o difíciles.
La manera de recorrer el camino que lleva a la obtención de los objetivos es la diferencia entre los verdaderos ganadores y perdedores, y lo que da el auténtico sentido a practicar deporte. El deporte no debe ser vendido como un instrumento que ayuda a conseguir objetivos, sino como una enseñanza, una escuela de la vida que aporta valores que ayudan a conocerse a uno mismo y a crecer como persona para recorrer el camino de la vida de forma noble y auténtica. Si se siguiera en la sociedad este mensaje, las próximas generaciones no necesitarían doparse porque saben que el objetivo no es ganar, sino dar lo mejor de sí mismo en el camino, y recorrerlo de forma honesta, reconociendo esta actitud como la verdadera victoria del deportista.
  • Deporte y violencia en la sociedad.
La violencia en el deporte se da tanto en las canchas como en la grada, entre deportistas, entre espectadores o contra los árbitros, etc. Esto se debe a la competitividad mal entendida, unida a la falta de educación deportiva donde se cree que lo importante solo es ganar, cuando el deporte debería generar todo lo contrario. Pero no solo la violencia es física. La violencia verbal que encontramos en los medios de comunicación es una vía de divulgación importante. Muchas veces portadores de comentarios y noticias son los que generan la agresividad.

martes, 3 de diciembre de 2013

Etimología del término deporte.

Etimología del deporte. 

La palabra deporte proviene, de acuerdo con la Real Academia, de deportar, divertirse, recrearse. En un diccionario latino hallamos la palabra deportare, infinitivo del verbo deporto, que significa deporte, placer, entretenimiento. El origen etimológico de deporte es, por tanto, latino. En los comienzos del castellano ya existía la palabra deporto que significaba distracción o juego, y en la literatura de la época se hablaba ya de cómo la gente salía fuera de la ciudad para divertirse, jugar o realizar ejercicios físicos. En el diccionario inglés aparecen las siguientes definiciones: Disport como retozar, jugar o divertirse; y Sport como pasatiempo, diversión o juguete. Que Gran Bretaña fuera una potencia mundial a finales del XIX, influyó fuertemente en que España y otros muchos países adoptaran dicho vocablo, siendo erróneo en cuanto a su significación. Para los romanos, dicha forma verbal tenia dos significados diferentes. Por un lado, el de transportar; y por otro, el de llevar una corona de laurel. Este segundo significado hace referencia a unas celebraciones triunfales en las que los generales rendían honores a Júpiter y llevaban dicha corona. También, el concepto deportare era sinónimo de sacar algo o llevarlo lejos, y fue evolucionando hacia salir al campo, tomar aire fresco y hacer ejercicio. Esta última definición es la acepción que hoy ligamos al término deporte. Finalmente consideramos deporte a algún tipo de ejercicio físico o juego con un desarrollo competitivo que exige un respeto hacia sus normas y reglas. Puede desarrollarse por motivos de salud, ocio o profesionales.